1 cebolla grande
1 taza de harina ( 120 gramos )
1 cucharadita de polvo de hornear
sal y pimienta al gusto
1 yema de huevo
1 taza de leche
Aceite de oliva
Pelamos la cebolla y cortamos transversalmente en aros finos. Los dejamos en agua fría por media hora.
Ponemos la harina en un recipiente con un poco de polvo de hornear y una pizca de sal.
Se secan los aros de cebolla y se sumerjen dentro de la pasta.
Se van friendo en una sarten con aceite caliente.
Una vez dorados se sacan y se ponen sobre papel absorbente.
Se sirven calientitos como acompañante de algun delicioso plato.
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