BLINIS A LA RUSA

 

 
  Ingredientes (para unos 20 blinís):

• 2 vasos llenos de harina
• 500 ml de cerveza
• 2 huevos
• 1 cuchara de azúcar
• 1/2 cucharilla de sal
• 1 cuchara de crema agria o yogur griego
• 100 g de mantequilla para untar los bliní
• 1 sobre de levadura química o 1/2 cucharilla de bicarbonato

Para empezar mezclamos las yemas con el azúcar, la sal y la crema agria. Añadimos entonces la mitad de la cerveza (250 ml), batimos bien. Veréis muchas burbujas en la superficie. Ahora añadimos toda la harina y la levadura química (bicarbonato) tamizadas y mezclamos con la varilla hasta que se disuelvan los grumos.

Ahora incorporamos el resto de la cerveza, volvemos a mezclar bien. El resultado será una masa líquida con muchas burbujas.

Ahora toca montar las claras a punto de nieve e incorporarlas a nuestra masa con cuidado. Removemos todo bien. Dejamos que la masa repose una media hora y pasado este tiempo empezamos con los blinís.

Yo siempre uso la sartén para eso, pero hoy en día se venden creperas de diferentes marcas y estilos, aunque yo siempre prefiero la sartén, para mi es más casero, más auténtico.

Derretimos la mantequilla y la dejamos al lado del plato donde pondremos los bliní hechos, junto a un pincel alimentario. Nos hará falta para untar cada “blín”, para que no se peguen el uno con el otro al ponerlos encima.

Para que no se peguen a la sartén, recomiendo usar las sartenes anti adherentes  pero si no hay un método más sencillo, y es añadiendo un chorrito de aceite dentro de la masa.

Justo antes de hacer los bliní, hay que airear un poco la masa, para que salgan más esponjosos aún. Para eso simplemente hay que remover la masa con un cucharón grande, coger un poco de la masa, levantarlo lo más alto posible y dejar caer la masa dentro del bol. Así varias veces.

Ahora ya podemos empezar. Ponemos un poco de la masa(medio cucharón) en la sartén y con un movimiento suave y redondo de la muñeca, esparcimos la masa uniformemente por toda la sartén.


La sartén tiene que estar muy caliente y los blinís se hacen bastante rápido, así que vigiladlos para que no se quemen. Una vez hecho por un lado, le damos la vuelta con ayuda de una espátula. Después ponemos el “blín” en un plato y lo untamos con la mantequilla derretida que preparamos con antelación. Y así cada “blíni”.

Y aquí están nuestros preciosos bliní!!! Con esta receta salen un poco gruesos, huelen un poco a cerveza y son super esponjosos. Se deshacen en la boca. Si os gustan dulces, podéis añadir más azúcar en la masa, pero si no llevan azúcar, podéis servirlos tanto salados como dulces, acompañándolos con mermeladas, caramelo, salsa de chocolate, miel, etc.

Fuente: La Cuisine de Uliana