1 cebolla
3 dientes de ajo
3 ramas de perejil
2 hojas de laurel
1/4 de litro de vino blanco
Aceite
Sal
Pimentón
Agua
Salamos los trozos de carne de cordero y los ponemos en una cazuela que tenga el fondo cubierto de aceite.
Añadimos la cebolla, dos ajos y el perejil picados en trozos grandes.
Agregamos agua que cubra el guiso y lo ponemos a fuego lento durante dos horas.
En un mortero machacamos un ajo, añadimos las dos hojas de laurel, una cucharada sopera de pimentón y el vino blanco. Esta mezcla la vertemos en el guiso cuando lleve una hora de cocción. Movemos la cazuela para que se mezcle bien y dejamos cocer otra hora, hasta que el cordero esté tierno.
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